¿SE PUEDE UTILIZAR LA TARJETA DE CRÉDITO DE OTRA PERSONA?

Una persona utilizó la tarjeta de crédito que no era suya. Esta persona cuidaba a mi vecino, que era mayor de edad y murió; al estar la familia lejos y ante la necesidad de cubrir gastos de la funeraria y sacar dinero para cubrir 6 meses de su sueldo que el difunto le había prometido. Cuando llegó la familia y vieron lo que había hecho, la denunciaron y ahora está arrestada. ¿Qué puede hacer?

El abogado de defensa criminal Alexander Cross dice que nunca se puede portar la tarjeta de otra persona aunque sea su propia esposa o esposo. Y es que le pueden presentar cargos por usar la tarjeta de crédito de otro, es un delito que conlleva una pena potencial de hasta 3 ańos en prisión.

En el caso concreto en que el difunto hizo una promesa, si esta promesa no está por escrito, si el acuerdo no está por escrito y se habla de un acuerdo que tiene un valor superior a 1.000 dólares eso no tiene validez para nada en el Estado de California.

Cualquier contrato o acuerdo que tiene valor de más de 1.000 dólares tiene que estar en escrito para que tenga fuerza legal, ningún juez va a sostener un acuerdo donde no hay nada en escrito.

Respecto al hecho de que esta persona usó la tarjeta de crédito para la que murió y pagó con ella el funeral, un fiscal puede ver eso y entender que no tenía el permiso pero tampoco había una intención de cometer un delito, por lo que en esa parte no le presentaría cargos. Pero cuando se trata del sueldo, eso es un problema y es probable que le presenten cargos por usar la tarjeta de crédito de otra persona sin permiso.

El permiso debe de estar por escrito. No obstante, la recomendación del Doctor Cross es que nunca use la tarjeta de crédito de otra persona, ni siquiera aunque compartan la titularidad de la cuenta, use exclusivamente la tarjeta que está a su nombre.

El comerciante que acepta que una persona haga uso de una tarjeta que no es suya puede tener problemas y es por eso por lo que siempre tiene que pedir la identificación y la firma. En este caso, si la persona que falleció le hubiera dado una autorización para que usara la tarjeta y retirara fondos para pagar su sueldo, ahí no habría problema.